La aplicación de la vacuna contra el Covid-19 ha puesto al descubierto, una vez más, las profundas divisiones que vive el mundo. En materia de salud, hay un conjunto de países que se han destacado por suministrarle a sus ciudadanos la vacuna de manera rápida y amplia, con el fin de protegerlos de una epidemia que avanzó rápidamente en los cinco continentes. Estos países son Israel, Emiratos Árabes Unidos, Chile, Bahréin, Reino Unido, Estados Unidos, Hungría, Serbia, Alemania y Francia.
En el otro extremo de esta franja, se encuentran los países que aún no cuentan con vacunas, cuya población no tiene aún con la protección necesaria para enfrentar la pandemia. Son, además, los países más pobres del mundo. En África estos países son Tanzania, Madagascar, Burkina Faso, Chad, Burundi, República Centroafricana y Eritrea. En Oceanía son Vanuatu, Samoa y Kiribati. En Asia sólo esta Corea del Norte, y en América Haití. A este listado también se agrega que, según la misma Organización Mundial de la Salud, solamente el 0.3 por ciento de las dosis disponibles en el planeta han llegado a los países más pobres del mundo. Los Organismos mundiales e independientes han llamado a las naciones con mayores recursos a asistir con estos fármacos a las zonas con mayor necesitad.
Lo que hace falta es una mayor solidaridad mundial.