You are here
Home > Arte > Punk global

Punk global

Las Pussy Riots están de regreso. Ese grupo de jóvenes rusas que decidió cambiar sus aficiones a la música punk y sus visitas a la disco por la protesta pública estruendosa, ha declarado no solamente la guerra mediática a Vladimir Putin, sino a todos los tiranos que existen en los rincones del mundo donde prevalece el autoritarismo, la violación de derechos humanos, la falta de libertades, la asfixia del individuo por el Estado. Su discurso suena parecido al de los anarquistas del XIX, pero con la globalización del siglo XXI parece algo mucho más viable.

Las Pussy Riots asombraron al mundo entero cuando se metieron a cantar sus rolas de rock pesado en la Catedral de Cristo el Salvador en el centro de Moscú en 2012. El desplante se consideró un sacrilegio contra la iglesia ortodoxa rusa, y una bofetada con guante negro en el rostro de Valdimir Putin, el candidato sempiterno que había ganado la presidencia de la República Rusa por tercera vez. Las integrantes del grupo estuvieron en la cárcel dos años, pero no abandonaron su lucha tras las rejas.

En el pasada Final del Mundial de Fútbol que se desarrolló en el estadio Luzhniki de Moscú, tres de las Pussy Riots se metieron a la cancha en son de fiesta, vestidas de policías para llamar la atención, y una de ellas fue a saludar efusivamente a Kylian Mbapé, la estrella negra que llevó a Francia a convertirse en el nuevo campeón del mundo. La policía arrestó con una violencia mesurada a las intrusas y Vladimir Putin, desde su palco de honor, hizo gestos de repugnancia.

Semanas después, al más puro estilo estalinista, Pyotr Verzilov, el editor de la página Mediazona de las Pussy Riots, fue envenenado con un agente nervioso creado por la Unión Soviética llamado Novichok, y salió vivo de milagro. El grupo culpó directamente al Kremlin y a su jefe directo, el actual presidente de Rusia.

La semana pasada la revista Time entrevistó a dos de las Pussy Riots:  Olga Kyrachyova de 31 años y Veronika Nikulshina de 21. En una de las respuestas dijeron que tanto Vladimir Putin como Donald Trump son dos amenazas para la libertad y la paz en el mundo, y que no descansarán hasta lograr que Rusia sea una nación que regrese al poder del pueblo, y no bajo los pies de un dictador con el mismo autoritarismo con el que gobernaban los zares. Y que para conseguir sus propósitos, contarían con el apoyo de la música, del arte en todas sus dimensiones y de los jóvenes inconformes de todo el orbe. Lo que sigue, a su juicio, será la rebelión del rock punk a nivel global.

Y cuando le preguntaron a Nikulshina lo que sintió cuando invadió el estadio en la Final de la FIFA respondió: «fue el momento más feliz de mi vida».

Top