El hecho de que el presidente Donald Trump haya resultado positivo en la prueba del COVID-19 arroja una nube de incertidumbre sobre los comicios que deberían celebrarse el próximo 3 de noviembre. Nadie sabe si la salud de Trump está en buenas condiciones para participar en la elección. Si falta el presidente, según la Constitución de Estados Unidos, el vicepresidente tendría que hacerse cargo del timón de la nación. En este caso, Mike Pence tendría ya que estar alistando su encargo.

El futuro es incierto, pero el debate entre los candidatos a la vicepresidencia -Mike Pence y la senadora Kamala Harris- deberá llevarse a cabo el día 7 de octubre, la semana entrante.

Es probable que con el resultado de debate los demócratas afiancen su ventaja sobre los republicanos, porque su candidata tiene un mayor carisma que el actual vicepresidente.

También es probable que, con un presidente infectado por el virus, los siguientes debates presidenciales se cancelen  o se pospongan. Puede ser que la pandemia, en estas condiciones, opere en favor de Trump. Que las elecciones se posterguen, y que la ventaja de Biden en las encuestas se diluya con los días del calendario.