El descubrimiento de la red de narcotúneles en la frontera con Estados Unidos tiene varias salidas interesantes. Por una parte, su sofisticada tecnología. Se trata de obras maestras, productos de ingenieros de élite, con materiales impermeables a los mecanismos de detección y todas las comodidades a varios kilómetros tierra abajo, con aire acondicionado y refrigeradores en las áreas de descanso. Por otra parte, es una red tan intrincada como los metros de varias líneas, ya que en el estado de Arizona se han descubierto más de 80 túneles en lo que va del siglo. Y en tercer lugar, gracias a los túneles se sabe que en Estados Unidos también hay grupos del crimen organizado que colaboran con sus contrapartes mexicanas, y que son los que reciben la mercancía. En las dos ciudades de Nogales localizaron recientemente un túnel con más de 280 kilos de mariguana, y aprendieron a tres sujetos. Dos mexicanos y un estadounidense. Esto demuestra que no todos los narcos son mexicanos.
La guerra de las galaxias
Mark Suckerberg, el creador y líder de Facebook, anunció recientemente que su firma va a contratar escuadras de drones que vuelan con energía solar para ampliar sus redes a los lugares donde no hay Internet, especialmente en las naciones pobres. Parece una medida filantrópica, pero lo cierto es que la ampliación de Facebook representa más espacios para anunciantes, con ventas multimillonarias y ganancias al por mayor. Además, es un movimiento natural después del lanzamiento de globos aerostáticos por parte de Google, su eterno rival. En octubre pasado, Google puso en la estratósfera de Nueva Zelanda un grupo de globos a 20 kilómetros de la tierra, una altura mucho más elevada que las nubes, con el fin de ampliar su campo de acción a las regiones aisladas de Internet. En esta guerra, falta ver lo que dicen los gobiernos. A ninguno le gusta que la comunicación de sus habitantes, dirigida desde el espacio, se encuentre en manos de empresas extranjeras.
Las violaciones de los soldados
Angelina Jolie, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, no se detiene en su defensa de causas justas. Recientemente declaró en Sarajevo que las medidas disciplinarias del ejército bosnio para erradicar la violación como práctica común de sus soldados, deberían ser imitadas por todos los ejércitos del mundo. Y es natural: la masacre de Bosnia-Herzegovina, en los años noventa, incluyó una cruel limpieza étnica contra los bosnios y llevó a una violación masiva de entre 20 y 44 mil mujeres, con el fin de promover brutalmente el nacimiento de más serbios y menos bosnios. Desgraciadamente, la violación es una tradición histórica: ha sido practicada por los ejércitos romanos, otomanos, nazis y norteamericanos. En México, las huestes de Pancho Villa no eran ajenas al acto.