En la Ciudad de México, donde el automóvil es rey, la bicicleta está pedaleando duro para abrirse paso como un vehículo que resuelva los conflictos de tráfico que padecemos a diario. Por eso se inauguró recientemente el sistema de Ecobicis en la Colonía Del Valle, y por eso también el pasado 21 de marzo tuvo lugar el tradicional Paseo Nocturno que se lleva a cabo desde el Bosque de Chapultepec hasta el Centro Histórico, por todo el Paseo de la Reforma. El sábado pasado este Paseo impuso un nuevo récord, con 48 mil bicicletas. Los vecinos y visitantes no lo creían.
Aunque la Ciudad de México está lejos de disputarle los altos números de ciclistas que han sentado sus reales en algunas ciudades europeas -como Copenhague y Amsterdam-, hay un movimiento en ascenso que va ganando terreno en cada calle y avenida donde los ciclistas luchan por educar con su sola presencia a los automovilistas que no tienen por costumbre el respeto.
Es un movimiento incipiente, pero el tiempo y las buenas prácticas lo harán crecer.