Ambulante Más Allá es un puente. Es un puente que va de la Ciudad de México a las comunidades indígenas para poder acercarnos a los jóvenes talentosos y escuchar sus voces. En la práctica es un conjunto de talleres de formación y capacitación documental, donde hemos desarrollado una metodología para trabajar con estos jóvenes. Ellos realizan un documental a lo largo de su capacitación -que dura un año-, y está estructurada a través de módulos que duran cuatro días cada mes. Los estudiantes proponen temas que les parecen relevantes para sus comunidades, y nosotros los producimos con ellos a lo largo del año.
De inicio, nosotros lanzamos una convocatoria pública a través de organizaciones y redes sociales, haciendo un llamado a los que quieran participar en el proyecto. Entonces los jóvenes nos envían sus solicitudes, y mediante un proceso muy intensivo de selección -que incluye responder a un cuestionario y una serie de llamadas telefónicas y entrevistas presenciales-, seleccionamos al grupo que participará en los talleres.
Este año seleccionamos a 40 alumnos; el grupo final quedó compuesto por 21 mujeres y 17 hombres de diferentes comunidades de Yucatán, Campeche, Chiapas, Oaxaca y Guatemala. Ellos tienen diferentes lenguas indígenas: tzotzil, maya, zapoteco, mije y chol, y aunque algunos ya no hablan lenguas indígenas, todos provienen de etnias.
Este año los módulos los hicimos en Ejutla de Juárez en Oaxaca y en X´pujil en Calakmul, Campeche. Esto funciona como una beca completa; nosotros les pagamos el transporte desde sus comunidades hasta estos centros, donde los capacitamos una vez al mes. Los traemos un jueves, se quedan internados cuatro días, y los mandamos de regreso a sus comunidades para que trabajen la semana siguiente. Cada módulo trata diferentes temas de procesos de cine, como fotografía, sonido, lenguaje cinematográfico, edición, postproducción. A la mitad del camino hay un encuentro en donde juntamos a todos los estudiantes. Este año lo realizamos en San Cristóbal de las Casas en Chiapas. Es un momento muy importante, justo antes de que empiecen a hacer los rodajes de sus películas; es muy bonito porque se conoce todo el grupo, cada equipo presenta la película que están a punto de realizar, ahí hacen su plan de rodaje, diseñan su presupuesto. Nosotros les asignamos un asesor, que es un cineasta profesional que los acompaña los primeros días de rodaje para asegurarnos que están haciendo bien las cosas. El segundo momento es el de la clausura; en ella los traemos al DF para que tengan acceso a la prensa, y que sus historias sean vistas por otros públicos.
Con 38 alumnos este año produjimos 10 cortometrajes documentales. Es nuestra segunda generación; el año pasado con 40 alumnos, produjimos también otros diez; en total llevamos 20.
Ambulante Más Allá fue un parte aguas en mi vida, porque representó la posibilidad de hacer realidad un sueño; yo antes hacía proyectos de desarrollo, pero quería enfocarme en un proyecto de arte y cultura que promoviese un cambio social, porque creo en el poder del arte como medicina social. Es una forma de recuperar identidad y autoestima, y justicia en el mundo. Cuando las estructuras políticas y sociales no dan mucho margen de maniobra, la cultura nos da la oportunidad de imaginarnos a nosotros mismos. Mi objetivo es poder cambiar la percepción que México tiene de sí mismo, especialmente la representación que tenemos del mundo indígena que somos todos nosotros.