Como se sabe, la India es el segundo país más poblado del mundo. Tiene 1,353 millones de habitantes. En el marco de una pandemia, esa cantidad de gente es un polvorín que puede estallar en cualquier momento. Y ese momento se vio venir gracias al ferrocarril. El confinamiento decretado por las autoridades provocó un éxodo de trabajadores migrantes y el gobierno ofreció trenes especiales para devolverlos a sus casas. Así se trasladaron cerca de 6 millones de personas.
Con el hacinamiento de los trenes, el coronavirus se trasladó en todas direcciones en los vagones.
Sin embargo, el número de muertes por coronavirus no se disparó al cielo. Aunque el total de casos infectados se aproxima a las 10 millones de personas, y el número de muertes rebasan las 145 mil, si comparamos las cifras con las de Estados Unidos, las de la India no resultan tan graves. India tiene un promedio de 7.63 habitantes que mueren por coronavirus por cada 100 mil habitantes; en Estados Unidos ese número es de 64.74.
¿A qué obedecen esas cifras? Los expertos lo están investigando. Pero ya lanzaron dos hipótesis fundamentales: en la India, la población es mucho más joven -28 años en promedio-, y las condiciones de pobreza crean una elevada inmunidad hacia muchas enfermedades.
Es uno de los poquísimos beneficios de la pobreza.