En Tailandia, un país que vivió durante muchos años cerrado a las ideas de los países occidentales, los anticonceptivos eran vistos como una punta de lanza de las naciones enemigas para evitar la proliferación de los fieles. A principios de la década de 1970, cuando la población de ese país estaba aumentando a un ritmo insostenible y la familia promedio era de siete hijos, el control de la natalidad era algo que los tailandeses no hablaban y mucho menos practicaban. Además, el sida estaba cobrando vidas en todas las regiones del país.
Entonces surgió un mesías con la solución a los problemas: se llama Mechai Viravaidya, un visionario que detectó el problema de una explosión demográfica desastrosa y quiso hacer frente a la epidemia del sida con una solución muy simple: el uso de condones.
Mechai decidió abordar un tema que nadie tocaba al encabezar una campaña a nivel nacional para difundir y desmitificar el uso de los anticonceptivos.
Este apóstol de la planificación familiar, quien ahora tiene 81 años, es hijo de dos médicos y fue educado en el extranjero; es esposo de una ex secretaria privada del rey y, con el correr de los años, ministro de gobierno, líder de organizaciones y senador. Mechai recorrió todo el país, pueblo por pueblo, con una gama infinita de trucos e ideas publicitarias para asociar los condones con la diversión. Una de sus principales atracciones era llenarlos con agua hasta que se rompieran.
“¿A ver quién puede inflar el condón más grande?”, les decía a las multitudes. “¿Quién puede hacer que explote?” (Ver fotografía).
Abrió lo que denominó “supermercados” de planificación familiar en las estaciones de autobuses para distribuir anticonceptivos y, aunque parezca increíble, convenció a los monjes budistas para que bendijeran los condones y difundió los videos de las ceremonias. Con el fin de educar a los tailandeses más jóvenes, elaboró un alfabeto de sexo seguro en inglés que incluía las letras B de “birth control” (control de natalidad), C de condón y V de vasectomía.
Además del espectáculo, detrás de esta campaña había una infraestructura importante. Mechai movilizó y brindó capacitación a una red de 350.000 maestros y 12.000 líderes comunitarios de los pueblos.
Mechai es un líder desinhibido, modesto y siempre dispuesto a montar un espectáculo para convencer a la gente.
Según él, su objetivo con la campaña de planificación familiar era hacer que los condones solo fueran un artículo más que la gente comprara en el supermercado, junto con el jabón, la pasta de dientes y el pescado seco. Para lograrlo, sabía que sería bueno que las personas asociaran los condones con cosas positivas, con algo que las hiciera sonreír.
Es un publicista fuera de serie.
Y también, un salvador de la patria.