
Brasil sin carnaval no es Brasil. Queda el futbol, claro, pero tampoco hay. Los estadios están cerrados para la magia de las patadas. El tradicional Sambódromo, donde todas las escuelas de samba lucen sus carrozas, ahora se utiliza como un centro de vacunación contra el coronavirus. (Ver fotografía)
Cuando se produjo una segunda ola en los últimos meses, los funcionarios locales de todo el país cancelaron las tradicionales celebraciones del carnaval, que normalmente generan cientos de millones de dólares en ingresos por turismo y crean decenas de miles de empleos temporales.
En el país van más de 9 millones de casos de personas infectadas y más de 240 mil muertes. Es el tercer país con más contagios en el mundo, después de Estados Unidos y la India.
Aunque el cierre del carnaval generó mucha insatisfacción entre la población, la gran mayoría entiende que es un cierre por la vida, el mayor valor que se celebra en el carnaval.