Las naciones más avanzadas del mundo son las que más respetan los derechos humanos. Esto es una regla que debe cumplirse pese a todas las condiciones adversas que prevalecen en todos los ámbitos, sobre todo en los de las cárceles. ¿Tienen derechos humanos los delincuentes?
El tema salió a colación porque el reo Anders Breivik, el hombre que asesinó sin piedad y sin motivo a 77 jóvenes que asistían a un campamento cerca de Oslo en el año 2011, fue aceptado por la Universidad de Oslo para estudiar ciencia política desde su prisión.
El nuevo alumno no tendrá contacto con profesores o estudiantes mientras completa su curso, el cual podrá terminar en un lapso determinado dentro de los 21 años que estará preso para cumplir su condena.
«Todos los reclusos de las prisiones noruegas tienen el derecho de estudiar siempre y cuando cumplan los requisitos de admisión y superen a los demás solicitantes -escribió Ole Pette Ottersen, rector de la universidad-; es parte de la misión de la universidad mantener los valores democráticos, las prácticas y los ideales, aunque estén amenazados por actos abominables.»
Seguramente los padres de los jóvenes asesinados sentirán repugnancia frente a cualquier acción que este sujeto lleve a cabo, pero en Noruega el Estado no titubea a la hora de cumplir sus principios.