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Desnutrición y narcotráfico

La mala alimentación mata más que el narcotráfico. Eso lo dice Julio Berdegué, un investigador que se ha dedicado durante décadas a desentrañar las causas de la pobreza y el atraso del campo mexicano y el chileno, y que ahora es el subdirector de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

A primera vista, esa afirmación parece una exageración rotunda. En México el año pasado se registraron aproximadamente 22 mil homicidios, muchos de los cuales estuvieron relacionados con las bandas armadas del narcotráfico. Sin embargo, considerando el panorama latinoamericano, la afirmación no resulta tan descabellada. En América Latina, según la FAO, existen entre 35 y 40 millones de personas que pasan hambre, mientras que 340 millones tienen sobrepeso y obesidad. Ambos extremos conducen, mediante varias enfermedades y el abandono de los pacientes, a la muerte.

La UNICEF sostiene que la desnutrición infantil tiene orígenes complejos que involucran determinantes biológicos, socioeconómicos y culturales. Sus causas inmediatas incluyen una alimentación incipiente en cantidad o calidad, la incidencia de enfermedades infecciosas y el cuidado deficiente del niño, del cual depende su adecuada alimentación y salud. Éstas son, a su vez, el resultado de una escasa y equivocada disponibilidad de alimentos, de falta de servicios de salud, de educación, así como de una infraestructura sanitaria muy deficiente. Todo esto, a su vez, es consecuencia de la inequidad en la distribución de recursos, servicios, riqueza y oportunidades.

A pesar de que en los últimos 20 años en México se ha observado una disminución en los diferentes tipos de desnutrición infantil, persisten signos inquietantes. La prevalencia de baja talla continúa siendo un grave problema de salud pública en menores de cinco años de edad. Actualmente en México, 1.5 millones de niños de esta edad (13.6%) sufren de desnutrición crónica. En las zonas más aisladas del campo, ese porcentaje se eleva al 20%. Ésta, evaluada por indicadores como bajo peso para la edad, se ubica en 2.8%; es decir, 280,000 niños la padecen, y evaluada por el indicador de peso para la talla, en 1.6%, lo cual indica que aproximadamente 174,000 niños la presentan.

Obviamente en el resto de América Latina no existe un problema como el narcotráfico que asuela a México. Berdegué basa su afirmación en el proceso que se vive en Colombia, donde las bandas del narcotráfico se han reducido desde la desaparición del famoso Pablo Escobar, que logró su fama como diputado nacional y hombre acaudalado de la revista Forbes, mientras convertía a su país en un cementerio. Por otro lado, las FARC decidieron dejar las armas y convertirse en un partido que compite en las elecciones, lo cual ha liberado extensas zonas de la violencia y ha permitido un combate decidido a la desnutrición infantil.

Si. Tal vez en América Latina la mala alimentación cobre más vidas que el narcotráfico. Pero en México estamos peor.

(Con información de la Revista Universitaria y la FAO)

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