Para todos los que afirman que los seguidores de Donald Trump son un conjunto de iletrados, las últimas noticias de la Universidad de Harvard -quizá la más prestigiosa del país- desmienten ese distanciamiento. Resulta que las autoridades universitarias decidieron cancelar la temporada de futbol americano, porque el equipo local editaba un documento en el que se calificaban a las mujeres de acuerdo a los atractivos de su cuerpo y su disposición hacia el sexo. Todas las estudiantes recibían calificaciones con descripciones y comentarios ofensivos y soeces.
La novedad es que Harvard, cuna de las mentes más brillantes del mundo profesional de Estados Unidos, es también un crisol de agresiones sexuales hacia sus alumnas y las mujeres en general. Una encuesta reciente arroja resultados alarmantes: la tercera parte de sus alumnas dicen haber sufrido en el campus un tipo de agresión sexual, y una de cada 10 afirman haber sido violadas por los propios estudiantes.
Si Harvard aparece ahora como una universidad misógina y violenta, ¿cómo serán las demás?
«Grab them by the pussy», fue la tristemente célebre frase de Donald Trump al referirse a las mujeres. Ahora podrá estar en letras doradas en la Universidad de Harvard.