En su último mensaje navideño, Barack Obama y su esposa Michelle le metieron un gancho al hígado a Donald Trump. El presidente Obama dijo que la navidad le inspiraba a luchar por un mundo de amor, compasión y esperanza sin fronteras. La primera dama apuntó que «nuestros valores nos dicen que debemos proteger a nuestros semejantes como si fueran nuestros hermanos, que debemos tratarlos como nos gusta que nos traten, debemos cuidar al enfermo, alimentar al hambriento, darle la bienvenida al extraño, sin importar de dónde viene o la religión que practica.»

Barack Obama remató la idea diciendo que «esos valores no solo guían nuestra fe cristiana, sino también la de los judíos americanos, los musulmanes americanos, los no creyentes y en general de todos estadounidenses. Y mirando hacia el año nuevo, vamos a volver a comprometernos con los valores que compartimos.»

Mientras la pareja presidencial daba ese mensaje, Ivanka Trump, hija de presidente electo, volaba en un avión de JetBlue que salía de Nueva York. Una pasajera se le acercó y le dijo: «tu papá está arruinando este país.» Tanto ella como su marido fueron bajados del vuelo.

Por otro lado, hablando de deseos de año nuevo, el empresario Carl Paladino -amigo íntimo de Donald Trump y antiguo aspirante a la gubernatura de su estado-, declaró que le deseaba a Barack Obama la muerte para 2017. «Le deseo la muerte por el mal de las vacas locas, ya que el presidente fue hallado teniendo relaciones sexuales con una Herford.» Y para Michelle Obama, añadió, «le deseo que regrese a Zimbawe y viva en una cueva con un gorila.»

Esos son los deseos navideños en un país cuyos Estados y ciudadanos no parecen estar muy Unidos.

(Con información de Time y refinery29.com)