El próximo sábado 25 de marzo se apagarán las luces de los monumentos más importantes de 170 países, con el propósito de unir esfuerzos para combatir el cambio climático. Es una acción emblemática –son 60 minutos sin iluminación ni aparatos eléctricos encendidos-, pero representa un impulso para que los gobiernos y la ciudadanía tomen acciones concretas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Según los organizadores de la llamada Hora del Planeta, más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, donde se produce el 70% de las emisiones de bióxido de carbono. Por eso el apagón es importante. Las medidas paralelas que se proponen tienen el propósito de reducir 350 millones de toneladas de contaminantes que se emiten a la atmósfera para el año 2020.

La Ciudad de México contribuirá con una importante cuota. De las 20:30 a las 21:30 horas se apagarán las luces del Ángel de la Independencia, Bellas Artes, el Hemiciclo a Juárez, el Monumento a la Revolución, el Palacio Nacional, el Castillo de Chapultepec, la Estela de Luz, el Museo de Antropología, Tláloc, la Cruz Roja y el Museo Soumaya.

México se comprometió a reducir el 22% de sus emisiones para el año 2030. Para ello hace falta tomar muchas medidas. Por ejemplo, impulsar la creación de autos eléctricos.

En este tema, la mayoría de las naciones del mundo se han solidarizado.

Solo la Casa Blanca seguirá encendida.