La Tierra parece estar cobrando venganza de los hombres. Terremotos y huracanes confluyen para darle su merecido a la raza humana. Los temblores no tienen calendarios, pero los huracanes son mucho más predecibles. Estamos en plena temporada de tifones. Aparecen con una puntualidad astral. Pero resulta que, año tras año,