La prepotencia de las líneas aéreas está llegando a su fin. Gracias a un video en el que unos agentes de seguridad de United Airlines sacan brutalmente del avión a uno de los pasajeros, en un vuelo de Chicago a Kentucky. Como se sabe, los agentes ingresaron al avión, le dijeron al pasajero que tenía que bajarse porque el vuelo estaba sobrevendido, y al oponerse el pasajero fue bajado a rastras por el pasillo, como si fuera un delincuente. El pasajero, un hombre mayor de edad, pagó su boleto, y a cambio recibió un trato vejatorio por parte de la empresa.

Para salir al paso del escándalo, el Director General de United Airlines, un desconocido que subió al escenario de la vergüenza con el nombre de Oscar Muñoz, declaró que «nadie debe ser tratado de esa forma», y que revisaría todos los protocolos de los vuelos para modificar las sobreventas. Pero esa fue la respuesta diplomática. En un comunicado previo de la empresa, se dijo que simplemente se había «reacomodado a un pasajero.» Ese fue el eufemismo del año, según la revista Time.

O una de las muchas arbitrariedades que comenten las líneas aéreas a diario, según la experiencia de muchos pasajeros.

Ahora la compañía Delta, para evitar otros episodios bochornosos, ha dado un paso adelante y dice que podría resarcir a los pasajeros afectados por los sobrevuelos con sumas mucho mayores a los boletos pagados, que pueden llegar hasta los 10 mil dólares. Ojalá no sea una declaración fortuita para salir del atolladero.

Lo cierto es que la práctica común de los sobrevuelos de los boletos de los aviones no se justifica bajo ningún motivo, y debe terminarse de inmediato.