
Eso ya existe en Estados Unidos, particularmente en los estados pioneros de la legalización del uso lúdico de la mariguana. En California, por ejemplo, los expendios de mariguana no son pequeñas tiendas de abarrotes. Algunos de ellos son grandes centros comerciales, semejantes en tamaño a los almacenes de Liverpool o El Palacio de Hierro en México. En ellos hay corredores con vistosos escaparates, como en toda buena plaza comercial que se precie de serlo, con la diferencia de que el espacio para las áreas verdes es mucho mayor que las que existen en las tiendas que hacen gala de sus inclinaciones ambientalistas. En los centros comerciales de mariguana las áreas de cultivo ocupan la mayor parte del espacio, lucen sus productos en serie, y junto a las plantas hay anaqueles con pastelitos de mota de diferentes sabores: chocolate, plátano, coco, frutos rojos. Hay cientos de extractos para todo público, y los estudiantes de la Universidad de California en Los Ángeles tienen un 10% de descuento en su primera compra. Los horarios de los expendios son muy amigables, ya que abren de 8:00 a.m. a 10:00 p.m.
¿Y en México? La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) acaba de anunciar la liberación de 38 productos elaborados con mariguana que no requieren receta médica para su entrega. La lista incluye medicamentos, infusiones, suplementos alimenticios, dulces de sabores, pastelitos, cosméticos, aceites y bebidas, cuya venta estará a cargo de siete empresas -cuatro de ellas mexicanas- y se podrán obtener en algunas farmacias -entre ellas las Farmacias Magistrales- dentro de un mes. ¿Eso significa que cualquiera puede ponerse a girar con los efectos de la mariguana al salir de la farmacia? No. No por lo pronto. Los productos que saldrán a la venta tienen un compuesto muy bajo de Tetrahidrocannabinol (THC), que es el ingrediente que sube los efectos de la mariguana a la cabeza de los consumidores. Pero la Cofepris liberó los productos con mucha cautela. Saldrán a la venta varios productos diferentes, pero todos tendrán con un componente del 1% de THC. Será como tomar una cerveza con 1% grado de alcohol. O café descafeinado.
En poco tiempo, sin embargo, se podrán obtener los productos con más de 1% de THC, pero solo serán asequibles con receta médica.
Lamentablemente, todo esto tendrá muy poca incidencia en la mortífera atmósfera de violencia que vivimos en México. Y no porque la legalización de la mariguana no le quite incentivos al narcotráfico para desarrollar su mercado criminal, sino porque está comprobado que los negocios del crimen organizado se han diversificado, y sus alianzas con las empresas trasnacionales son un surtidor de armas y recursos que no se van a detener con el humo de la venta de mota.