En la fotografía de The New York Times aparece una marcha con imágenes de Jo Cox, la diputada laborista del Reino Unido que murió balaceada por un fanático en 2016. Ella fue la precursora de una acción gubernamental para que el Estado de su país adopte una política de apoyo para todos los habitantes que se sienten solos.
Y ahora ha triunfado. Theresa May, la Primer Ministro, acaba de anunciar que su gobierno ha decidido crear el Ministerio de la Soledad, que será conducido por Tracey Crouch, la funcionaria que se dedicaba a atender los asuntos sociales y deportivos del Ministerio de Cultura. «Vivimos una triste realidad de la vida moderna -dijo May-, y quiero enfrentar este desafío social para todos nosotros con el fin de hacer frente a la soledad que soportan los ancianos, los que cuidan a otros, los que han perdido a sus seres queridos, todos los que no tienen alguien con quien hablar o compartir sus pensamientos y experiencias».
Según una encuesta reciente, aproximadamente 9 millones de ingleses se han sentido o se sienten solos, y esa condición puede conducir a problemas de salud como los ataques al corazón, la diabetes y el cáncer. Además, cerca de 200,000 adultos mayores no han tenido una conversación con un familiar o amigo en más de un mes.
Para los economistas y demás analistas sobre la globalización o el proteccionismo, la creciente soledad del Reino Unido es un producto colateral a la triste decisión del Brexit, que separó al país del resto de la Unión Europea y lo volvió mucho más insular de lo que siempre ha sido.
Para los lectores de novelas, el malestar del antiguo imperio es una prueba de que Cien años de Soledad no es un fenómeno exclusivamente latinoamericano.